jueves, 12 de octubre de 2017

Los Umbrales del Poder

Después de varios días posteando "El libro perdido de Enki", les dejo un extracto del libro "La Casa Mágica" del famosísimo autor Scott Cunningham, para que descansen la mente de tantos dioses, astros y relatos celestiales. Las imágenes adjuntas son sólo referencias para hacer más amena la lectura


Los umbrales del Poder

La puerta ha captado siempre la imaginación de poetas, místicos y magos. Es simbólica y con frecuencia aparece en sueños y pesadillas. ¿Qué yace detrás de la puerta? ¿Qué son esas criaturas extrañas, esos mundos fabulosos, escondidos y peligrosos?



Aunque más sencillas, las ventanas tienen también sus propiedades mágicas y su tradición. Si ellas son los ojos de la casa, la puerta es su boca. Ambas posee poderes especiales y generalmente se bendicen para impedir que entren en la casa energías hostiles.

Una puerta no consta de mucho: una pieza lisa de madera, dos pomos, tres bisagras y algunas otras piezas de metal. Pero las puertas son entradas a otras dimensiones. De alguna manera recuerdan a los dólmenes de Stonehenge y a otras estructuras megalíticas de Europa: dos piedras con una tercera reposando encima, creando un umbral de fuerza.

Fotografía aérea de Stonehenge

Las puertas son las entradas y salidas de las edificaciones. Además se consideran accesos a otros mundos y sirven de protección para evitar que entre el peligro. Por todo esto, la puerta y todos sus componentes (dintel, postes, umbral, llaves) han adquirido mágicas, incluso sagradas, cualidades.

Muchos de los ritos asociados con las puertas son de naturaleza protectora. Colgar una calabaza en ambos lados de la parte exterior de una puerta la protegerá de la negatividad no deseada, como lo hará un trozo de bambú o una corona de hojas y espinas colocadas sobre ella. Un círculo de tiza en la puerta impide el paso de los fantasmas; el ajo o eneldo, colgados sobre la puerta principal, impide la entrada a los envidiosos. Una bolsa con sal o campanas colgadas del pomo harán volar a los demonios.



Otros hechizos para proteger la casa de la entrada del mal incluyen: colocar dos agujas cruzadas debajo del felpudo de la puerta, pintar la casa de azul (color sagrado), esparcir semillas de mostaza o polvo de sangre de dragón en los dinteles y clavar tres clavos en forma de triángulo, con un clavo hacia arriba, en la parte exterior de la puerta principal.

Hierbas específicas se cultivarán en el porche para aumentar la protección del hogar. Helechos, lirios, caléndulas y enebro se plantarán allí en macetas. Un calcetín viejo lleno de sal, salvia y otras hierbas protectoras, se quemarán debajo del porche frontal para ahuyentar a los fantasmas de la casa. Una casa con piedras agujereadas o un cuchillo debajo del porche son protectores muy potentes. La puerta es un lugar ideal para atraer ciertas energías y dones al hogar. Por ejemplo, cinco monedas brillantes colocadas debajo del porche traerá dinero y amor al hogar, y quemar allí un poco de comida, asegurará que nunca se pase hambre.

Si usted desea ver un fantasma, la entrada de la casa es el lugar ideal; de acuerdo con la tradición, al anochecer o a media noche, permanezca frente a la puerta en la oscuridad, mirando hacia el interior de la habitación. Con la puerta entornada, apoye las mejillas contra ella y mire por el borde. Si persiste, puede ver espíritus y formas extrañas. ¿Por qué? Porque la puerta es una entrada a otros mundos.



Si quiere verse libre de fantasmas, éstos pueden ser exorcizados golpeando una puerta varias veces seguidas. Los fantasmas serán atrapados entre la puerta y el marco y pronto se cansarán de la tortura y se marcharán. Si a usted le gustan los fantasmas, ¡no golpee las puertas!

Si nunca cierra las puertas, tal vez le convenga empezar a hacerlo. La leyenda dice que aquel o aquella que nunca cierra una puerta, nunca poseerá una casa. Esto está probablemente relacionado con la idea de que las puertas de la casa, si se dejan abiertas, dejan "escapar la energía".

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