miércoles, 19 de octubre de 2011

Magia de los Espejos



Símbolo de conocimiento, de la verdad, de la claridad, así como emblema de la inteligencia divina, el espejo ha fascinado siempre al hombre por la belleza que reproduce a su alrededor: la idea de la creación misma.

El hombre primitivo invistió a las superficies reflectantes como los lagos o estanques de aguas cristalinas -los primeros espejos conocidos- con un simbolismo extremadamente rico que todavía estimula la imaginación. Tal simbolismo aparece reflejado en numerosos mitos y leyendas que ofrecen testimonio de la poderosa influencia que, sobre el pensamiento humano, han ejercido siempre estos objetos capaces de reproducir imágenes.

HISTORIAS ESPEJADAS

Desde tiempos antiguos los espejos estuvieron vinculados al mundo femenino - a la esfera lunar- y al de los templos. Particularmente en Egipto, el espejo portátil y con mango decorativo es el mayor símbolo de la feminidad y en la Biblia se citan los espejos de las mujeres que velaban a la entrada del tabernáculo, que eran de bronce pulido.

Aunque los Incas fueron probablemente el primer pueblo en utilizar discos pulidos de obsidiana -mineral laminado de procedencia volcánica- para la fabricación de espejos, los antiguos romanos creían que los espejos habían nacido en Persia, donde los magos los utilizaban para la adivinación. En cualquier caso, tanto romanos como griegos, etruscos, egipcios, chinos e hindúes, los fabricaban en bronce, plata y otros metales como el hierro.

A pesar de que los fenicios introdujeron el espejo de cristal en el mundo mediterráneo, el empleo de esta materia no se generalizó hasta el siglo XVIII. Venecia ostentó el monopolio de su fabricación hasta que en el siglo XVII empezaron a fabricarse en Francia para la decoración de palacios y mansiones aristocráticas.

Desde entonces su popularidad ha ido en aumento y en la actualidad no hay casa donde no se encuentren estos objetos: ningún otro artilugio puede devolvernos con más exactitud nuestra imagen y "nuestro interior". En un espejo chino del Museo de Hanoi puede leerse la siguiente inscripción: "Como el Sol, como la Luna, como el agua, como el oro, soy claro y brillante y reflejo lo que hay en tu corazón". Quizá por ello los filósofos de la antigüedad no escaparon a la fascinación de los espejos: Sócrates y Séneca preconizaban su uso como un medio para conocerse, mientras que Platón aconsejaba el uso del espejo a los jóvenes para que observasen en él los progresos que la virtud marcaba en su rostro. Los psicoanalistas modernos también se han dejado hechizar por sus destellos y lo consideran un símbolo de la psique por su poder para reflejar el lado tenebroso del alma. Símbolo mágico de la memoria inconsciente y de la inteligencia divina, morada de Dios y de la Esencia de Buda, el espejo reproduce el universo y sus misterios, como si fuera un prodigio donde la ilusión y la realidad de entremezclan.

SUEÑOS Y SUPERSTICIONES

En muchas sociedades tribales se creía que el reflejo humano en el agua era el alma, ya que se pensaba que ésta podía existir separada del cuerpo. Pero también se creía que en los ríos y en los lagos habitaban los espíritus de las aguas y que estos podían atrapar el reflejo humano y capturar su alma. De ahí surge probablemente la creencia en diferentes latitudes de que la persona que ve en sueños su reflejo morirá pronto y también la superstición relativa a su poder para robar el alma. Así se explica la extendida costumbre de quitar los espejos de los cuartos de enfermos, por si el espejo se lleva el alma de las personas debilitadas. Dar la vuelta o quitar un espejo cuando alguien fallece es otra costumbre derivada de la misma idea: todo aquel que se mire en él tras la muerte de una persona morirá pronto.

Según una de estas creencias más populares, si un espejo se rompe sobrevendrán siete años de desgracias. Así mismo, un espejo que se rompe al caerse sin que nadie lo toque es la señal de la muerte inminente en un hogar. Sin embargo, existen varios antídotos para las desgracias que pueden sobrevenir si se rompe un espejo. Uno de ellos consiste en enterrar los trozos rotos bajo tierra y otra en lanzarlo a una corriente que fluya en dirección sur, de esta forma las aguas lavarán el maleficio.

Los chinos tenían la costumbre de colgar pequeños espejos en las casas para ahuyentar a los espíritus maléficos, se llevarían un gran susto al verse reflejados en ellos, en cambio en otras culturas se cree que los demonios y vampiros no se reflejan en ellos porque carecen de alma. Mientas que los antiguos aztecas protegían sus hogares de las brujas, por la noche, dejando un cuchillo en un cuenco de agua en el umbral, en la Europa de principios de siglo XVII se puso de moda llevar pequeños espejos en los sombreros para evitar los rayos del mal ojo. En Italia se le ponía veneno al espejo si una bruja, especialmente maléfica, se había mirado en él.

Las supersticiones también se extienden al campo de la adivinación. Una muchacha que mire el reflejo de la Luna en un espejo podrá saber cuando se casará; si este rito se realiza en Haloween, la joven tendrá además una visión de su futuro esposo.


ESPEJOS MÁGICOS:

Por su capacidad para duplicar la realidad, los espejos han sido siempre un medio de acceso para la magia y lo sobrenatural, y ya en la antigüedad el arte de la adivinación por medio de espejos, conocido como cristalomanía, era practicado por magos y arúspices de muchas culturas. Las antiguas brujas de Tesalia escribían sus oráculos en espejos con sangre humana. Se cuenta que enseñaron a Pitágoras a adivinar sosteniendo un espejo en dirección hacia la Luna.

Este tipo de adivinación adoptó formas muy sofisticadas a lo largo del tiempo y no sólo se utilizaban recipientes de plata, piedras preciosas y agua en un cuenco, sino también las uñas de los dedos muy pulidas. Los espejos muy bruñidos y pintados de negro en el lado convexo se consideraban excelentes instrumentos para desarrollar la clarividencia, de forma similar al uso de una bola de cristal. Catalina de Médicis y Enrique IV tenían espejos mágicos a los que consultaban con frecuencia. Alberto Magno y Cornelio Agrippa hacían predicciones con un espejo, así como Cagliostro. También John Dee, el mago real de la reina Isabel I de Inglaterra, utilizaba un huevo de cristal y un espejo negro de obsidiana.

Un procedimiento habitual entre los adivinos consistía en sumergir un espejo de metal en el agua y según se viera el reflejo, desfigurado o claramente definido, se auguraba si la persona iba a vivir mucho o a morir.

En la Edad Media se creía que las imágenes formadas en una bola de cristal o en un espejo eran causadas por Dios o por los malvados demonios que habían quedado atrapados por la magia, pero modernamente se ha propuesto explicaciones naturales para las imágenes que afloran al pensamiento cuando se escudriña un espejo con fines adivinatorios: son los estímulos ópticos de la capacidad imaginativa los que provocan las visiones. Con práctica y paciencia puede aprenderse este arte.

Algunos especialistas dicen que cuando la clarividencia se desarrolla, el espejo aparece cubierto de una especie de neblina, que luego deja traslucir formas y colores. A medida que se desarrolla la habilidad perceptiva se agudizan las formas y colores dejando entrever objetos discernibles, personas y símbolos. Para las personas con habilidades psíquicas naturales, el avance es rápido si aprenden a relajarse profundamente.

Los estudios del ocultismo utilizan espejos para adentrarse en el mundo de los espíritus. Mirar  fijamente en uno permite, supuestamente ver a los guías espirituales y ayuda para conseguir una visión aurica, es decir la habilidad para ver el aura de los demás.


LOS ESPEJOS, PRECURSORES DE LA BOLA DE CRISTAL

En la antigüedad clásica, se usaban metales pulidos como el bronce a modo de espejo, y no fue hasta la Edad Media cuando surgieron los primeros espejos propiamente tal.

Con el paso del tiempo los espejos quitaron protagonismo a la utilización del agua como método adivinatorio y mágico. Sin embargo, han sido muy pocos los que han llegado a nuestros días, ya que el transcurso del tiempo se ha encargado de acabar con los vestigios del pasado

Pero los espejos no sólo sirven para adivinar, sino que son un poderoso instrumento para tener acceso a otros mundos desconocidos y misteriosos, de ahí la cautela que debemos de tener a la hora de utilizarlos.

Ahora bien, los espejos pueden ser de gran utilidad como precursores de la bola de cristal, si queremos aprender a visualizar. Para ello realizaremos un sencillo ejercicio con un espejo de tamaño tal, que nos permita visionar al menos la mitad del cuerpo y dos velas encendidas a ambos lados. Nos situaremos sentados frente al espejo y dejaremos la mente en blanco.

Seguidamente comenzaremos a fijar la mirada en cada una de nuestras partes del cuerpo, hasta llegar a la cabeza y dejar la vista clavada en nuestros ojos. Una vez allí, veremos algún simbolismo extraño que quizá se escape a nuestra compresión, lo cual no debe preocuparnos, ya que estamos en una fase de aprender a visualizar, no de interpretar lo que vemos.

Deberemos hacer estos ejercicios por un espacio de 30 minutos diarios durante al menos una semana antes de empezar a utilizar la bola de cristal.


ADIVINACIÓN
Melissa Crowe - Copyright 2000 - 2002

La adivinación es, por definición, el predecir eventos futuros o descubrir algo secreto. Usamos técnicas adivinatorias para encontrar respuestas no accesibles normalmente, o que no se encuentran en nuestro mundo físico. Podemos buscar respuestas acerca del futuro, presente y acerca del pasado. Existen muchas formas de adivinación, pero aquí, explicaremos sólo el "scrying" (visualización, u observación en cristal). He usado las runas y el Tarot, pero en mi experiencia, el "scrying" es más efectivo para el principiante, y es la forma de adivinación más simple.

El "Scrying" consiste en usar una superficie luminosa o reflectiva con la intención de tener una visión. Existen varias maneras de "Scrye", y la mejor es usar una vasija con agua. Para hacer esto, debes estar en un cuarto oscuro o en la noche, si se desea realizarlo al aire libre. Un caldero lleno de agua puede ser una gran herramienta para esto. Mantén una vela encendida para observar dentro de la vasija.

Otra técnica es usar una piedra o cristal que tenga una superficie reflejante. Del mismo modo, esto debe hacerse en la oscuridad y con una vela.

Un espejo también es efectivo.

Una necesidad (en mi opinión) es quemar algo de incienso, yo prefiero sándalo. Esto servirá para protegernos, si por alguna razón contactáramos espíritus que desearan comunicarse con nosotros. Si se siente la necesidad, se puede pedir a la deidad protección personal y que ordene a cualquier espíritu indeseado que desaparezca de tu presencia.

Todas estas formas de "scrying" involucran simbolismo. La piedra, el agua o el espejo se usan para simbolizar el mundo psíquico. El agua en sí misma es un elemento físicamente intuitivo. El objetivo es obtener contacto con tu mente psíquica y aprovechar tu conciencia psíquica. Lo más probable es que no se observen imágenes como en una televisión. En vez de eso, sólo verás símbolos y oirás palabras o frases que tienen un significado en tu subconsciente. Haz lo mejor que puedas para descubrir lo que estos símbolos significan y qué conexión tienen con la pregunta que tienes en mente.

Cuando realices lo anterior, no mires directamente a la superficie del agua, espejo o piedra. En vez de eso debes mirar más atrás. Actúa como si vieras a través del agua, espejo o piedra.

Se debe estar en un lugar tranquilo y sin distracciones. Enciende tu vela e incienso y siéntate cómo y relajado. Piensa en una pregunta cuya respuesta desearías saber. Concéntrate en ella y dila en voz alta. Comienza a observar a través de la superficie. Pon tu mente en blanco. Deja tu mente abierta para ver y oír los símbolos que te puedan ayudar a encontrar la respuesta a tu pregunta.


MEDITACIÓN CON ESPEJOS

En apariencia, cualquiera de nosotros puede pensar que está bien o que está perfectamente en su interior. El problema es que nuestro ego tiende a engañarnos mintiéndonos sobre nuestro verdadero estado interior por miedo a lo que podamos encontrar, sea bueno o malo. Tanto es así, que aunque lo más normal sea que nos mienta diciendo que estamos bien cuando estamos mal, otras veces puede hacernos creer que estamos mal cuando realmente estamos estupendamente.

El objetivo de esta meditación es proveernos de una herramienta muy útil que nos permita determinar exactamente cual es nuestro verdadero estado interior. Esto nos permitirá después reflexionar sobre los resultados y actuar en consecuencia a ellos.

Y la meditación se efectúa de la siguiente manera:

1.- Preparativos: como siempre, este paso es fundamental. Busca un ambiente agradable y en el que puedas estar muy tranquilo. Tómate todo el tiempo que necesites para sentirte lo más a gusto posible en tu lugar de meditación.

2.- Relajación: ahora intenta relajarte todo lo que puedas. Respira profundamente tres veces. Escucha durante unos instantes los latidos de tu corazón y siente que todo tu cuerpo pesa y se relaja. Recuerda que si te cuesta relajarte puedes recurrir a alguna técnica.

3.- El bosque: cuando te sientas preparado para comenzar, visualiza un profundo bosque. Imagina unos grandes y mágicos árboles, muchas plantas y flores de colores. Tómate tu tiempo para visualizar un maravilloso lugar. Después disfruta durante un ratito de todos sus encantos.

4.- La cueva: cuando ya te sientas listo para seguir avanzando en la meditación, debes visualizar un camino de tierra que parte del bosque. Empieza a caminar por él. Ve mirando el paisaje, tranquilo y confiado. Quédate un buen rato caminando.

Tras haber caminado lo que consideres suficiente visualiza al final del camino una montaña. Poco a poco te vas acercando a ella y descubres una cueva. Sitúate delante de la cueva y céntrate en la sensación que te produce saber que vas a entrar. Cuando entres en la cueva estarás adentrándote en tu interior, así que observa si te resulta agradable o fácil; o si por el contrario tienes miedo a entrar.

Si está demasiado oscuro para ti, coge una antorcha e ilumina el camino. Empieza a descender lentamente por la cueva. Mantente en descenso durante un buen rato.

5.- El espejo: tras el rato que consideres necesario de descenso a través de la cueva es el momento de llegar al final. No importa cómo sea ese final, puedes visualizarlo como te guste, sin embargo debe haber un gran espejo dorado y brillante ahí.

Cuando entres tiene que estar "desactivado". Esto quiere decir que puedes mirarte en él tal y como te verías en cualquier espejo normal. Tómate tu tiempo para visualizar el espejo y el lugar donde te encuentras.

6.- Mirando en tu interior: cuando te sientas preparado dile al espejo que te muestre tu verdadero yo. Tómalo con calma porque tu mente puede intentar rechazar la visión.

Fíjate bien en el resultado. Si todo parece estar bien, puedes pedirle al espejo que te muestre algo en tu interior que no esté bien. Así tendrás algo sobre lo que reflexionar para mejorar después.

Pídele también que te muestre cómo está tu mente, tus sentimientos, etc...

Para salir de la meditación primero dale las gracias al espejo por mostrarte todo lo que querías saber. Después vuelve lentamente por donde has venido. Cuando estés en el bosque disfruta de nuevo de él unos instantes. A continuación ya puedes abrir los ojos y apuntar en tu diario el resultado de la meditación.

Reflexiona sobre ello.



Fuentes: Senda Pagana
Autor: Fire Valkyrja.

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