Sencillamente si te sientes cansado, tenso, estresado no es el mejor momento para realizar un ritual o un hechizo. Así como no saldrías a correr una maratón si estuvieses soportando una gran tensión o si te sientes enfermo, tampoco deberías abusar de tu organismo al que ya se le ha exigido mucho sometiéndolo a un esfuerzo mágico.
Es prudente evitar el trabajo mágico agotador cuando esté enfermo, cansado, furioso o bajo tensión extrema. Cuando esté enfermo o cansado no se hallará en condiciones de pensar o centrarse de manera apropiada, y los centros de energía de su cuerpo estarán fuera de equilibrio cuando trabajen para curarlo. No es necesario que los fuerce innecesariamente con la práctica mágica. Cuando esté furioso no atraerá energía positiva, sino negativa, y no querrá contraer la costumbre de trabajar con energías negativas. Estas energías pueden parecer muy poderosas y llegar a ser adictivas, pero al final son contraproducentes para sus objetivos.
Las artes mágicas deberían enfocarse siempre desde una perspectiva holística, con el cuerpo y la mente equilibrados, y una actitud positiva de "no hacer daño a nadie". Sólo entonces la recompensa será un resultado que valga la pena.
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