lunes, 16 de octubre de 2017

Amuletos



Definición según el diccionario: "Objeto al que se le atribuye, supersticiosamente, un especial poder contra peligros y desgracias".

El término amuleto proviene del latín "amuletum" que significa "alejar o apartar"; y del árabe "jamala" (llevar) y "jamalet", que significa "objeto que lleva".

Los amuletos tienen su origen en el periodo primitivo, siendo fabricados en piedra, bronce, arcilla, cuero, huesos, maderas, que fueron los primeros materiales que se utilizaron. Luego, a medida que habían avances tecnológicos se han ido utilizando otros materiales.

Un amuleto es un objeto que cualquier persona puede adoptar e incluso energizar o ritualizar, al cual se le atribuyen propiedades protectoras contra males, desdicha, enfermedades, accidentes, etc. La suerte no está siempre de nuestro lado, y tanto los amuletos como los talismanes pueden ayudarnos para intentar modificar en un futuro algunas adversidades que nos pueda deparar la vida.

El amuleto es más fácil de fabricar, tanto es así que lo podemos fabricar nosotros mismos utilizando objetos naturales y prepararlos con nuestra propia energía, según el fin que deseamos.

Se debe llevar siempre encima, ya sea contra el cuerpo o en pequeñas bolsitas protegidos, pero siempre con la persona para la cual ha sido destinado (esto también se aconseja para los talismanes, que son aún más personales).

Cualquier persona puede regalar a otra un amuleto con buenas intenciones (en cambio el talismán no deben tocarlo más que quien lo prepara ritualmente y la persona que lo llevará).

Tipos de amuletos:

Los más habituales son: las piedras preciosas o semipreciosas (gemas), el trébol de 4 hojas, la pata de conejo, la baya (fruto de un árbol) o muy típico es un trozo de piedra de un volcán. Esto último tiene efectos de un talismán, por el proceso en sí que ha tenido dentro del volcán.

Muchas personas adoptan como amuleto protector la piedra preciosa o gema que se corresponde con su signo zodiacal y se pueden elaborar anillos, pulseras, colgantes, etc.



El trébol de cuatro hojas, como protección personal y para la buena suerte. Es muy escaso, y cuando se encuentra uno, es un logro muy importante y símbolo de buena suerte. Cada hoja representa lo que se necesita para ser feliz: AMOR, DINERO, SALUD Y ÉXITO SOCIAL. Según una costumbre de los antiguos celtas, un trébol de cuatro hojas proporciona buena suerte a quien lo encuentra accidentalmente.




Luego, para atraer el dinero al hogar, se toma de un mazo nuevo del tarot, la rueda de la fortuna, y se toma entre ambas manos unos segundos pidiendo al universo que nos ingrese y perdure el dinero en casa; y luego se lleva en la cartera junto al dinero, adoptándose así como amuleto. También se puede hacer con un mazo nuevo de la baraja española, apartando de él el seis de oro. Esta carta se ritualiza ahumándola con un incienso del dinero y luego se coloca a la entrada de la casa, de tal modo que el dibujo se vea desde fuera hacia adentro.



Para los antiguos escandinavos, anglosajones y alemanes, y actualmente para algunos neopaganos, la runa Eoh (tejo) protege contra el mal y la brujería. 




Los corales, las herraduras y el bambú también son considerados amuletos.

En la actualidad existen una variedad muy amplia de amuletos, tanto personales como para otros fines, y cada  persona valora el objeto de forma subjetiva y alcanzan mucha importancia. La persona que lleva un amuleto, por su creencia y fe en este, puede o no, desear revelar este hecho y compartir su apego, con otras personas.


Amuletos en las religiones:

En algunas religiones los amuletos son abundantes y de gran simbología.

Las autoridades cristianas han mantenido cierta distancia con los amuletos y otros talismanes. Sin embargo, el uso legítimo de sacramentales, mientras uno tenga la disposición apropiada, se corresponde con la imagen del cristianismo tradicional. Por ejemplo, el crucifijo ha sido considerado a lo largo de la historia como una potente arma contra demonios y malos espíritus. Al igual que actualmente algunos cristianos colocan en los retrovisores de sus vehículos rosarios o imágenes de San Cristóbal como manera de propiciar la protección de los viajeros durante el trayecto.

Algunos amuletos católicos han recibido la aprobación papal. Por ejemplo, los amuletos basados en Vade Retro Satana se han utilizado desde 1742 cuando esta fórmula recibió la aprobación del papa Benedicto XIV, y luego formaron parte del ritual católico.

Un amuleto poco conocido, pero bien asentado en la tradición judía es el "kimiyah" o "texto del angel". Esto consiste en nombres de ángeles o pasajes de la Torá escritos en los cuadrados del pergamino por los escribanos rabínicos. El pergamino luego se coloca en un recipiente de plata adornado y se lleva en algún lugar del cuerpo.

Los musulmanes también llevan tales amuletos, llamados "Táwiz", con el texto elegido del Corán. El texto se elige generalmente dependiendo de la situación para la cual se diseña el amuleto. Sin embargo el uso de amuletos y otros talismanes se considera superticioso entre los musulmanes más radicales.

Una simple oración o buen deseo, bien formulado, escrito y envuelto delicadamente puede acompañarnos como amuleto, todo dependiendo de la fe y nuestra propia convicción positiva hacia su efecto protector, tanto así como un pétalo de la rosa que nos ha regalado nuestro admirador, o una pluma blanca que nos ha dejado por allí nuestro "ángel de la Guarda", para hacernos saber que está ahí... siempre a nuestro lado.

Fuente: Wiccanos Lunae.

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