martes, 19 de septiembre de 2017

El perdón y la autosanación

A raíz de un artículo que leí en el blog 13 Lunas les dejo la siguiente reflexión y consejos prácticos.

La lucha contra el ego y el super yo es una batalla de largo aliento. Pero es una batalla que debe darse, no debes postergarla por una excusa u otra. El ego nos convence de que la única salida a los problemas es el rencor, la rabia, la pelea de la palabra contra la palabra, incluso los golpes. Y nos lleva a vivir en conflicto y tristeza.


A todos los wiccans que leen mi blog les tengo una buena noticia, si sienten rabia, rencor y odio, no todo está perdido, no están condenados a vivir en angustia, siempre tendrán en ustedes el poder de decidir cómo sentirse.

Primero, te cuento... quien habla en tu mente cuando tienes rabia no eres tú, es tu ego, y pareciera que se manda sólo, no puedes callarlo, pero la verdad es que no tiene poder absoluto de tu mente.

Si quieres callar al ego te recomiendo que practiques la meditación en tus estados de angustias y observes a tu ego diciéndote una y otra vez cómo deberías sentirte. Pues una vez lo reconozcas ya habrás dado el segundo paso (el primero fue entrar en meditación). Cuando estás en meditación entras en el sistema madre de programación de tu cerebro, por lo tanto, puedes verte a ti mismo como una computadora infectada por el virus del ego. 

El tercer paso es dominarlo, dejar de escucharlo, dejar de hacerle caso. Seguirá hablándote por un tiempo, pero poco a poco se dará por vencido, si meditas diariamente lograrás reprogramar tu mente para un nuevo estado mental limpio de tu super yo. 

El cuarto paso viene solo, no tienes que hacer algo, sólo te darás cuenta de que ya no está esa vocecita rabiosa en tu interior y que al fin eres libre. 

El quinto paso es elegir cómo sentirse a cada momento, reconocerse a uno mismo a cada segundo y darse cuenta que vas por la vida con piloto automático pensando "cosas" del pasado, recordando malos momentos, situaciones incómodas, etc. Pues la meditación te despierta a un nuevo nivel de conciencia, a darte cuenta de cómo vagabundea tu mente cuando estás en el transporte, cuando caminas, cuando comes. Entonces ahora puedes hablar concientemente con tu estado mental y decirle, darle la orden, de cambiar de pensamientos, comenzar a sentirse bien, respirar, sonreír, sentirse amado, sentirse bello y agradecido de un nuevo día, de ser conciente y de la nueva capacidad que tienes de elegir sentirte bien.

De ahí en adelante las posibilidades son infinitas, si ya anulaste a tu ego, no hay algo que perdonar, pues entiendes que no fue otro el que te hizo un daño, sino que fuiste tu mismo, dejando que tu ego dictara el cómo debes sentirte, llenándote de rabia y malestar. No te sentirás culpable, pues ahora eres libre de elegir sentirte bien. Ahora no tendrás pensamientos negativos sobre ti mismo o los demás, vivirás el presente, rápidamente perdonarás el pasado, a ti mismo a tus hermanos, y disfrutarás de cada momento, de cada nuevo día y te sentirás renovado, liviano, positivo, bien contigo mismo y con el mundo.

Como ejercicio diario, practico en el transporte, cuando voy camino a casa a descansar, me pongo los audífonos, música de mi gusto y repaso las experiencias del día, cerrando el capítulo, haciéndome conciente de las decisiones tomadas, de los compromisos adquiridos, de los aprendizajes y soltando todo lo que pudiera tomar como experiencia negativa o estresante. Personalmente me digo un mantra al salir de mi trabajo: "pongo un pie a fuera del trabajo y olvido todo lo malo, me quedo con todo lo bueno y soy una mujer, hija, hermana, pareja, persona, feliz y agradecida, amén.

Los rencores más profundos son los que guardamos en contra de nuestros padres, y también parecen indestructibles, pero con la misma práctica aplicada a este otro caso, podrás derrotar esos sentimientos que te dañan física, mental y espiritualmente. Perdonar te sana y te hace más feliz por sabiduría.

Podemos ayudarnos a adquirir la costumbre de perdonar y renovarnos con el poder del fuego y el incienso, cada vez que enciendas una vela aromática o un incienso di una oración como la que sigue:

"Con el poder renovador del fuego renuevo mi cuerpo,
limpio mi mente del ego y los malos pensamientos,
elimino mi carga espiritual,
soy un nuevo ser con más sabiduría y amor
(inspiras) gracias (exhalas)".

Bendiciones, Jo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario